El abastecimiento de agua potable es uno de los mayores retos a los que se enfrenta actualmente gran parte de los territorios a nivel mundial. Según los últimos datos que publica la ONU, las pérdidas de agua en las redes de distribución es uno de los grandes problemas a solucionar: el Non Revenue Water o agua no facturada, supone una cantidad equivalente al abastecimiento a cerca de 200 millones de personas y concretamente en España supera los 1000 Hm3 anuales.
La transformación digital juega un papel relevante en su resolución. En particular, los Sistemas de Información Geográfica (GIS) se han revelado como uno de los activos más importantes para hacer frente a este problema que, por otra parte, se ve agravado por los efectos del cambio climático y la creciente escasez de agua.
Se trata de una tecnología esencial como herramienta recopilatoria de información en la gestión eficaz del ciclo integral del agua ya que, empleando un marco geoespacial junto a otras herramientas, facilita la mejora del mantenimiento de las infraestructuras, el ahorro de costes, y el control de la calidad del recurso, así como mejoras de la gestión hídrica y de activos orientados a ella.
Idrica apunta a las cuatro principales funciones del GIS: almacenar, visualizar, consultar y analizar la información. En este sentido, estos sistemas se basan en la combinación de cinco elementos: los datos, la tecnología, los procesos de análisis, los procedimientos y el factor humano. Gracias a ello, permiten prever patrones, realizar análisis, resolver problemas complejos, descubrir relaciones entre los datos, supervisar cambios y entender tendencias.
Las funcionalidades en las gestoras de agua
Un sistema GIS es un repositorio donde se almacenan los datos geoespaciales de las redes de abastecimiento de agua y saneamiento de las distintas poblaciones gestionadas. Para el especialista del Departamento GIS de implantación y producto en Idrica, Sergio Aznar, “su eficiencia depende, en parte, de la correcta conexión con el resto de los sistemas corporativos y las herramientas propias de la gestión diaria”. Así mismo, “constituye el núcleo central de información geoespacial de sus activos, donde se realiza el mantenimiento y análisis de los datos georreferenciados de las infraestructuras y sus características técnicas” añade el experto.
Entre las funcionalidades representativas cabe citar, según Idrica, las consultas avanzadas del inventario de redes, la generación de mapas temáticos, la impresión de planos mediante plantillas asistidas, la generación de perfiles longitudinales de las redes y la definición de cuencas vertientes a un determinado punto de control, la vinculación con documentación, fotografías y croquis, o la consulta en tiempo real de la información en dispositivos móviles. Además, en los últimos años, algunas de las utilities más avanzadas están apostando por la conexión en tiempo real del GIS con modelos matemáticos (EPANET) y con otras fuentes de datos, para terminar conformando el conocido “Gemelo Digital”.
Principales casos de uso en la gestión del agua
Las aplicaciones de recursos hídricos integradas en los GIS están relacionadas con todo el ciclo hidrológico y sus procesos. En el sector del agua, estos sistemas facilitan una gestión más eficaz y eficiente de los recursos hídricos gracias a que permiten conocer, de manera más precisa, la disposición y distribución de dichos recursos. Además, abordan desafíos y problemas específicos que de otro modo no se podrían resolver y gracias a la componente geoespacial se resuelven fácilmente.
Ya que gracias a ser el núcleo central de la información sabiendo la localización de los activos y sus características, permiten conocer su entorno y aquello que les puede afectar directamente, ayudando al técnico a tomar las decisiones más acertadas en cualquier análisis o gestión hidráulica, añade el experto.
Usos en el abastecimiento de agua
Las aplicaciones GIS en la gestión de fugas y alarmas es uno de los principales usos en el abastecimiento de agua. Gracias a estos sistemas de información, las empresas gestoras pueden tomar decisiones orientadas a minimizar las interrupciones en el servicio de agua tras una acción sobre la red de distribución. “Nos proporciona información acerca de qué ramales de tubería y acometidas van a resultar afectados por una obra o fuga de agua, orientando así el cierre de los elementos afectados, como las válvulas, para minimizar las consecuencias. De esta forma, el usuario puede ser notificado si se prevé que va a dejar de tener servicio en casa, debido a un corte de agua” comenta el especialista del Departamento GIS de implantación y producto en Idrica, Sergio Aznar.
Con relación a la detección y prevención de fallos, estos sistemas recogen información vital para la prevención de fallos en la red de distribución, como el material de las tuberías o su fecha de instalación. El análisis geoespacial de las tuberías, es decir, la unión del dato con el elemento geográfico guía la inspección. Por ejemplo, en aquellos casos en los que se detectan ramales en uso que ya no deberían estarlo.
Por otra parte, en cuanto a la geolocalización de trabajos en campo, gracias al mapeo en tiempo real, facilitan información sobre el terreno relativos, por un lado, a datos esenciales enfocados en el establecimiento y seguimiento de las rutas y, por otro, a documentación detallada relacionada con el trabajo desarrollado por ubicación. De esta forma, permiten mejorar la gestión de los recursos hídricos mediante una información más detallada y actualizada.
Usos en aguas residuales
Para Idrica, el análisis de la incidencia de virus en la población es clave en la gestión de aguas residuales. “Con la información disponible de la red de saneamiento que recibe las descargas cloacales domiciliarias, cruzada con los datos de contagio, los GIS pueden recopilar, analizar y dibujar mapas de población contagiada o mapas Manzaneros (documento con información relativa a ubicación, medidas y/o superficie de terreno, entre otros), con los que establecer áreas de mayor o menor infección, ratios de población, edades, etc.”, apunta Aznar. De esta manera, permiten hacer estudios muy importantes en los que se analicen relaciones y patrones de comportamiento para dar una respuesta más efectiva ante la pandemia.
En la prevención de inundaciones urbanas, estos sistemas, en combinación con la teledetección, favorecen la localización de posibles desbordamientos en las alcantarillas, o indicar aquellas que tienen una capacidad de desagüe baja, gracias a lo cual los ayuntamientos reciben alertas con las que evitar inundaciones tras un episodio fuerte de lluvias.
El whitepaper “Presente y futuro del GIS en el sector del agua” de Idrica recoge qué aplicaciones tiene esta tecnología en la actualidad, sus principales casos de uso en el sector hídrico, y las tendencias que veremos en el futuro.