En el contexto actual global marcado por una situación geopolítica cambiante, el cambio climático y la escasez de recursos hídricos, el sector del regadío tiene un papel fundamental para garantizar la seguridad alimentaria. Así pues, el riego agrícola se enfrenta a nuevos retos que van a llevar a un proceso de digitalización a nivel transversal de las Comunidades de Regantes (CCRR). Iniciativas como el PERTE (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) para la digitalización de comunidades de usuarios de agua para regadío, impulsado por los fondos europeos Next Generation EU, son un ejemplo del marcado enfoque hacia la transformación digital que vivirá el sector este año 2024.
Por lo tanto, las Comunidades de usuarios de agua para el regadío implantarán plataformas holísticas que contemplen, además de un telecontrol y soporte a la decisión, otras tendencias nuevas. Estas tendencias, que se impondrán en el sector del riego agrícola en 2024, son: una mayor gobernanza del agua, la implantación de sistemas de información geográfica, la teledetección orientada a la humedad del suelo y la mejora de la eficiencia energética.
Mayor gobernanza del agua a través de la monitorización
La primera de las tendencias para 2024 en la digitalización del riego agrícola consiste en tener una mayor gobernanza del agua para mejorar la gestión sostenible de este preciado recurso. Como respuesta a la escasez de recursos hídricos, se buscará un mayor control de los consumos de las explotaciones agrícolas mediante la monitorización en las extracciones y resto del Dominio Público Hidráulico (DPH).
Las Comunidades de Regantes tienen la obligación de realizar un control efectivo de los volúmenes de agua utilizados por los aprovechamientos de agua del DPH, de los retornos y de los vertidos al mismo, y transmitirlos a la autoridad competente.
Para poder informar debidamente de estos datos a las autoridades competentes (Dirección General del Agua, Confederaciones Hidrográficas, etc.), las CCRR precisarán de tecnologías como la telelectura y la implantación de plataformas tecnológicas, que permitan la conexión e intercambio de datos con terceros, incluyendo la interoperabilidad con activos de la red SARA (Sistema de Aplicaciones y Redes para las Administraciones). Además, la telelectura a nivel de parcela proporcionará información más precisa de los consumos, facilitando la detección temprana de fugas, el control de fraudes, la previsión de la demanda y el control sobre las dotaciones asignadas. De esta forma, se hará un uso más responsable del agua y se mejorará la eficiencia hidráulica, operacional y energética en el riego.
Implantación de Sistemas de Información Geográfica (SIG/GIS)
Otra de las tendencias para 2024 en el riego agrícola va a ser la implantación de Sistemas de Información Geográfica (SIG/GIS) en las comunidades de regantes. El GIS va a permitir gestionar, a través de una misma herramienta y de forma visual, datos procedentes de los distintos procesos de gestión de las CCRR. Esto les permitirá tomar decisiones de forma más intuitiva y directa.
La integración con GIS también permitirá al usuario obtener información parcelaria, como la referencia catastral de cada parcela o el código de toma desde la que se abastece. Además, al estar el sistema conectado con el servicio WMS, dicha información estará siempre actualizada, será accesible desde dispositivos móviles y el usuario podrá consultarla rápidamente y contrastarla frente al parcelario dado de alta en la comunidad de regantes, por lo que detectará posibles discrepancias y podrá corregirlas posteriormente. Este punto va a tener una importancia capital en cuanto a la eficiencia hídrica, ya que las dotaciones de agua deben corresponder con el área regable.
Por otro lado, estos sistemas se podrán conectar con servicios de datos geoespaciales como WMS (Web Map Service) y WFS (Web Feature Service), permitiendo la consulta de la cartografía de las diferentes administraciones públicas de cada región. Por ejemplo, se integrarán con capas de zonas de especial protección medioambiental (como las Zonas de Especial Protección para las Aves o ZEPA, y los Lugares de Interés Comunitario o LIC, en Europa), así como con zonas sensibles a nitratos, zonas inundables, o con el modelo digital terrestre y el mapa de suelos nacional.
En cuanto a los activos de las CCRR, estos podrán visualizarse de manera georreferenciada gracias al GIS. Obtener información de conducciones, nodos, infraestructuras, hidrantes, etc. de las Comunidades de Regantes en un único entorno tecnológico facilitará las labores de mantenimiento, pues permitirá conocer con antelación el material necesario para reparar una avería, evitando desplazamientos innecesarios y, consecuentemente, mejorando la eficiencia operacional y reduciendo el consumo de combustibles fósiles. También podrán monitorizarse aquellas parcelas que cuentan con riego activo en el momento de la consulta y se podrá conocer el caudal circulante en tiempo real. Del mismo modo, la integración del Framewiork GIS en la Plataforma de gestión permitirá navegar dentro del mapa por los distintos procesos de gestión de la Comunidad, así como acceder a los sinópticos de cada una de las instalaciones de riego.
Teledetección para la monitorización y el control de humedad del suelo
La teledetección va a ser una herramienta eficaz en 2024 para monitorizar y gestionar zonas agrícolas. Esta tecnología permitirá realizar un seguimiento exhaustivo del desarrollo de los cultivos, facilitando la evaluación de aspectos cruciales como el crecimiento de las plantas, la presencia de estrés hídrico y la variabilidad en la humedad del suelo a lo largo de los campos agrícolas. Este nivel de detalle brindará información valiosa para tomar decisiones informadas en cuanto a prácticas agrícolas y gestión de recursos.
Adicionalmente, la capacidad de obtener series temporales de datos permitirá realizar un análisis de la evolución temporal de los campos. Observar cómo cambian las condiciones a lo largo del tiempo no solo ofrece una perspectiva histórica, sino que también proporciona una base sólida para predecir y anticipar patrones futuros.
La capacidad de obtener información detallada de manera regular y a lo largo del tiempo se traducirá en una toma de decisiones más precisa y una gestión agrícola más eficiente y sostenible.
Mejora de la eficiencia energética
La búsqueda de la eficiencia energética estará muy presente en 2024, como respuesta a la situación de cambio climático. Será, por lo tanto, otra de las tendencias que marcarán el sector del riego agrícola este año. En este sentido, el uso de energías no convencionales también se verá impulsado por la tecnología.
Las compañías expertas en la digitalización del ciclo integral del agua pondrán a disposición de las comunidades de regantes sistemas de monitorización capaces de calcular ratios energéticos de los diferentes procesos. Estos ratios permitirán analizar la evolución de los consumos en distintos periodos temporales y hacer un seguimiento de los mismos en cada momento. También mostrará datos energéticos de cada equipo en tiempo real, como por ejemplo el factor de carga del motor, el rendimiento de la bomba, o el índice de bombeo. Este análisis tan detallado proporcionará información clave sobre el grado de eficiencia de la instalación.
Este sistema de monitorización les permitirá, además, configurar valores de consigna para detectar desviaciones y lanzar alarmas en los casos necesarios.
Por otro lado, dentro de la mejora de la eficiencia energética se impulsará la instalación de plantas solares como fuente de energía no convencional y sostenible. Además, la instalación de placas solares flotantes en las balsas de almacenamiento de agua para el riego, reduce la evaporación de agua, disminuye la proliferación de algas y deposición de sedimentos y mejora la eficiencia de las placas fotovoltaicas.
Las plataformas digitales integrarán los datos de las plantas solares fotovoltaicas y aportarán herramientas para optimizar su funcionamiento y producción. Por ejemplo, aportarán información acerca de la predicción de energía renovable para los días próximos y la del consumo energético, comparado con el precio de la energía en el periodo de tiempo analizado.
En definitiva, el avance de la transformación digital en el riego traerá grandes beneficios en el sector agrario en 2024 en un momento en el que necesitamos, más que nunca, optimizar el uso del recurso hídrico y energético. El control de los consumos a través de la monitorización, así como la utilización de la telelectura, ayudarán a alcanzar un uso más eficiente del agua y sin menoscabo de la productividad de los cultivos, lo que se traducirá en una mayor sostenibilidad. La creciente implantación de GIS permitirá incrementar el control de los activos de las CCRR, facilitando su gestión y mantenimiento. Si a todo esto sumamos la integración de los datos de los analizadores energéticos en una plataforma inteligente, obtendremos como resultado un número cada vez mayor de comunidades de regantes que serán más eficientes, tomarán decisiones informadas y serán más sostenibles.
El informe Water Technology Trends 2024 de Idrica recoge un listado exhaustivo de todas las tendencias que esperamos ver en el sector, incluyendo las que estarán presentes en el riego agrícola.